¿Qué es Carne Clasista?

Carne Clasista es una agrupación de minorías sexuales (gays, lesbianas, travestís, bisexuales, etc) que lucha contra la opresión sexual y de género y la opresión social, de clase. Situada desde una corriente del marxismo revolucionario, la lucha de Carne Clasista no se plantea alrededor de la “política de identidad” (limitada sólo a las reivindicaciones puntuales de las minorías sexuales), sino que concibe el fin de toda opresión sexual como inseparable del fin de la explotación de clase y liberación de la humanidad.


jueves, 25 de noviembre de 2010

25/11Día de la No Violencia hacia las Mujeres


25 de noviembre: DIA de la NO VIOLENCIA hacia LAS MUJERES
Concentración frente al Congreso Nacional.
Muestra de Las rojas y Carne Clasista:"las mujeres tenemos derecho a decidir"

El lugar más peligroso para una mujer: su hogar!!

lunes, 22 de noviembre de 2010

Día de la no violencia hacia las mujeres

Comunicado de "Las Rojas"
25 de noviembre: Dia de la no violencia hacia las mujeres

Alicia Campos de 27 años fue sistemáticamente violada por su padre desde los 12, tuvo cinco hijos producto de esas violaciones y está esperando otro. Esta estremecedora historia de Jume Esquina, Santiago del Estero, es una aberrante muestra de la situación que se vive en la Argentina. Todos los días hay nuevos casos de mujeres maltratadas, golpeadas, violadas, en la mayoría de los casos por varones de su propia familia. Todos los días mueren mujeres por aborto clandestino y muchas otras quedan con secuelas terribles por abortos mal realizados. Todavía está fresco el recuerdo de Natalia Gaitán, expresión de los crímenes y la violencia lesbofóbicos. Romina Tejerina continúa presa en Jujuy, condenada por ser joven y pobre. La trata de mujeres se ha convertido en el tercer negocio ilegal en el mundo, sólo detrás del tráfico de armas y drogas.
Lejos de "seissieteocholandia", donde las mujeres estaríamos mejor que nunca gracias a Kristina y Néstor, la realidad es que la violencia y las muertes por aborto clandestino son el destino de cientos y miles de mujeres en todo el país. Aunque el gobierno apoyó la ley de matrimonio igualitario, que fue una gran conquista, ya avisó reiteradamente que está contra el derecho al aborto. Y los católicos y evangélicos hacen permanente campaña para que no se apruebe la ley, bajo el lema “perdimos una batalla, ganemos la guerra”.
Este 25 de noviembre, Día de la No Violencia hacia las Mujeres, realizaremos actividades de difusión a partir de las 17 hs en Congreso. Tenemos que ser miles de mujeres en las calles para denunciar las aberraciones que vivimos cotidianamente. También esto nos tiene que servir para preparar una gran movilización al Congreso el día 30 de Noviembre a las 16 hs, cuando la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados comience a debatir el proyecto de despenalización del aborto. Es una cita ineludible para las miles de jóvenes del estudiantazo, las mujeres trabajadoras, las organizaciones de mujeres, partidos políticos, de derechos humanos y movimientos sociales comprometidos con el derecho a la vida de las mujeres, con el elemental derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, para que dejen de morir mujeres por aborto clandestino. Porque sólo la masiva presencia de las mujeres en las calles nos permitirá presionar efectivamente para que se apruebe la ley: ni el gobierno ni la Iglesia están de nuestro lado. Por eso hay que prepara las movilizaciones con actividades en todos los lugares, para salir con todo a las calles y conseguir nuestro derecho a decidir.
25 de noviembre
17hs
Actividades de difusión: Las mujeres tenemos derecho a decidir.

Frente al Congreso Nacional

30 de Noviembre
16 hsTodas a Congreso por el derecho al aborto libre, legal, seguro y g ratuito

-- Las Rojas
lasrojas@gmail.com

sábado, 13 de noviembre de 2010

XIX Marcha del Orgullo lgbtti


XIX Marcha del Orgullo LGBTTI

¿Integración y parlamentarismo o lucha en las calles?

Por César Rojas
Agrupación Carne Clasista

El pasado sábado 6 de noviembre se realizó en Capital Federal la XIX Marcha del Orgullo LGBTTI. El Nuevo MAS, Las Rojas y Carne Clasista marcharon en el Bloque diferenciado de la Marcha junto a los sectores que sostienen una política independiente del gobierno, el Estado y las organizaciones tradicionales del movimiento. Las consignas levantadas por el bloque fueron: Ley de Identidad de Género YA!; Por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. El gobierno es responsable por las muertes por aborto clandestino; Separación de la Iglesia del Estado; Basta de represión a las lesbianas, gays, travestis y trans; Justicia por Natalia Gaitán; Juicio y castigo a los asesinos de Mariano Ferreyra y Fuera la burocracia sindical de Pedraza.

La Marcha de este año se dio luego de la victoria aplastante sobre la Iglesia y los sectores más reaccionarios que significó la conquista del matrimonio igualitario para personas del mismo sexo y tuvo además la particularidad de sucederse inmediatamente a la entrada del nuevo ciclo político que abre la muerte del Néstor Kirchner. La convocatoria oficial de la Marcha tenía dos ejes centrales: uno era la propia consigna sobre la Ley de identidad para personas trans/travestis/transexuales (de próximo tratamiento en el Congreso), y por otro los homenajes y el panegírico a la figura de Kirchner como supuesto “benefactor” de la comunidad LGBT, en particular alrededor del matrimonio igualitario. Pero quienes participamos de ese debate por el matrimonio en el que toda la sociedad se vio involucrada pronunciándose positivamente, sabemos de los mil y un titubeos del gobierno K y su bloque para enfrentar a la Iglesia y todo el parlamento reaccionario que salió a defender con uñas y dientes los valores más retrógrados y patriarcales. Tanto fue así que hasta último momento la ley estuvo a punto de no salir, y fue la presión y la movilización popular las que inclinaron la balanza para el lado del triunfo, mientras que el gobierno y las organizaciones como la Federación LGBT y la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) se negaron sistemáticamente a movilizar por miedo a “confrontar” y eligieron la vía de la “seducción y el lobby parlamentarios”. Por eso desde las organizaciones de la izquierda sostuvimos desde el primer momento la necesidad de luchar en las calles y de hacer un llamado para que el movimiento y la comunidad LGBT y todo sector que se reivindique democrático se movilizaran para derrotar a la derecha y la Iglesia oscurantista.

Es fundamental que sean las propias minorías sexuales las protagonistas y los sujetos de esas luchas, sin “representantes” puestos por arriba, y que esas luchas las den de manera independiente, sin depositar ninguna confianza en el gobierno ni el parlamento burgués y organizándose para presionar y exigir en las calles. La gestión de Kristina, abiertamente conservadora y antiabortista declarada, que mantiene presa a Romina Tejerina, que ni se ha pronunciado por el crimen de la joven Natalia Gaitán asesinada por lesbiana, en modo alguno puede ser nuestro aliada. Puesto que es éste el gobierno que tiene más presos por luchar, el mismo que tiene a su lado a la burocracia de Pedraza que asesinó a Mariano Ferreyra. El mismo gobierno que subsidia por millones a sus empresarios amigos y a la Iglesia genocida y sus colegios religiosos. El mismo que es responsable de las muertes por los abortos clandestinos y que en gran parte del territorio nacional mantiene vigentes los Códigos Contravencionales y de Falta con los que se reprime a los LGBT.

Por todas estas razones, fue muy importante que Las Rojas y Carne Clasista el pasado 6/11 confluyéramos en el bloque con organizaciones como El Viejo Topo, Pan y Rosas, Izquierda Socialista y otros activistas (1). Justamente para hacer oír nuestra voz y nuestras propuestas, ante un mar de genuflexiones y claudicaciones escandalosas ante los Kirchner, en medio de toda la parafernalia que despliega el aparato del Estado con el INADI a la cabeza y el “mercado rosa” que mueve millones cada año. Hacer oír nuestra voz que en medio del festejo y la genuina alegría de manifestarnos por nuestra diversidad sexual, también reclama para sí la independencia política del movimiento y una tradición de lucha como fue la revuelta de Stonewall “Salir del closet para tomar las calles” por todos nuestros derechos. Y que finalmente, grita con orgullo de luchadores la exigencia de juicio y castigo para los responsables políticos y materiales del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra.


1- Significativamente el escenario principal que tradicionalmente se emplazaba “frente” al Congreso en señal de reclamo, este año se ubicó sobre la vereda del propio Congreso, “integrado” a éste y frente a la Plaza

martes, 2 de noviembre de 2010

MARCHA DEL ORGULLO 6/11- 17hs


MARCHA DEL ORGULLO GLTTTBI

MARCHA DEL ORGULLO .
Gay-lèsbico-trans-travesti-bisexual-intersex


Sábado 6/11 17hs
De Plaza de Mayo a Congreso


  • ¡Basta de homo-lesbo-transfobia!
  • Justicia x Natalia Gaitàn!
  • Abajo los Códigos Contravencionales y de Faltas!
  • Por el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito.
  • Basta de violencia hacia las mujeres!
  • Derecho a la identidad para personas travestis/trans/transgénero
  • ¡Compañero de lucha Mariano Ferreyra, presente!

jueves, 21 de octubre de 2010

charla-debate "Izquierda, minorías sexuales y feminismos en los ´80"

En el marco de la presentación del libro de Mabel Bellucci sobre el fundador de la CHA (Comunidad Homosexual Argentina)

“Carlos Jáuregui, una biografía política”. (Ed. Planeta)





CHARLA- DEBATE:

“Izquierda, minorías sexuales

y feminismos en los ‘80 ”

Panelistas invitados: Mabel Bellucci

Gustavo Pecoraro- César Cigliutti

César Rojas


Viernes 29 de octubre de 2010- 19,30 hs en

Librería “Gallo Rojo”- CHILE 1362 (y San José).


Agrupación de Minorías Sexuales “Carne Clasista”

http://carne-clasista.blogspot.com

Librería del pensamiento marxista “Gallo Rojo”

editorialantidoto@yahoo.com.ar

sábado, 16 de octubre de 2010

xxv Encuentro Nacional de Mujeres


XXV Encuentro Nacional de Mujeres

Acuerdo entre los agentes del gobierno y la Iglesia contra la movilización por el aborto legal

El PCR, agente de la Iglesia

Por Patricia López
Agrupación Las Rojas

Empecemos por el acto de apertura. Lo primero que dijeron las organizadoras después de la bienvenida ritual fue “El Encuentro somos todas” y “En el Encuentro no se vota”, lo que significa: llamamos a las asistentes a no participar de ninguna asamblea, plenario o mera instancia de coordinación. Luego vino el discurso, donde se reclamó al gobierno por diversas cosas, desde las redes de trata hasta los pesticidas… menos por el aborto legal. Las palabras textuales fueron: “Las mujeres vamos avanzando en el debate sobre el aborto, y muchas queremos anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”. Traducimos al castellano este nuevo efluvio nauseabundo del repugnante pantano de diplomacia en las alturas que esta burocracia caradura llama consenso: “Vamos avanzando”… pero todavía no avanzamos lo suficiente; “muchas queremos”… pero no todas; así que no nos podemos pronunciar a favor de la legalización del aborto, y menos exigírselo al gobierno, porque “el Encuentro somos todas”, ¿entendés? “Todas”, por supuesto, incluye a la Iglesia.

Campaña Verde, agente del gobierno

Sigamos por los talleres. Después de Tucumán, no nos asombra ver actuar al PCR de la mano de la Iglesia. Lo nuevo de Paraná fue el acuerdo pampa del PCR con la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. Recordemos que en Tucumán la Iglesia invadió los talleres de “Estrategias para la legalización del aborto”, templo feminista donde las católicas nunca entraban: la dirección de la Campaña quedó descolocada y su base se unió con nosotras para sacar a patadas a las católicas. ¿Qué acordó para este año la dirección de la Campaña con el PCR? Ubicar los talleres de “Estrategias” a veinte cuadras de los de “Aborto” aunque siempre están en la misma escuela; dejarle la escuela de “Aborto” a la Iglesia poniendo de coordinadoras a las católicas y dejando entrar a la patota de hombres, y llevar a toda la base de la Campaña a los talleres de “Estrategias” (en los de Aborto no había una sola verde).

¿Qué ganaba con esto la dirección de la Campaña? Acaparar los únicos talleres que se podrían realizar sobre el tema, porque los de “Aborto” los invadiría la Iglesia, obligando a la izquierda, incluso a las que estábamos en los talleres de “Estrategias”, a correr a la escuela donde nuestras compañeras enfrentaban a una patota que entró rompiendo ventanas, golpeando a los que estaban en la puerta y echando gas pimienta.

¿Qué ganaban ambos, el PCR y la dirección de la Campaña? Retomar el control del Encuentro que casi perdieron en Tucumán, evitando el desborde de la base feminista independiente, que quedó separada de la izquierda y de la escuela donde entró la patota.

¿Cuál es la conclusión a la que quieren volver? La que rompe los Encuentros es la izquierda, “evidencia” que había quedado muy cuestionada para toda la base feminista que participó de los hechos de Tucumán.

¿Quién es el máximo ganador en este acuerdo de ambas fracciones de la burocracia feminista? El gobierno, ya que estas maniobras obturaron la posibilidad de que la izquierda y la base feminista acordaran en el Encuentro una marcha nacional unitaria por el aborto legal.

La siguiente cuestión es: ¿existía esa posibilidad en el marco de un evento al que sabemos organizado para impedir la coordinación y las resoluciones colectivas? Creemos que sí. Ya en el Encuentro del Oeste, y también en los talleres de Paraná, nos encontramos con muchas compañeras convencidas de que hay que movilizarse, de que este año es la gran oportunidad para lograr la legalización si unificamos al movimiento en la calle, y hasta compañeras de la Campaña que acordaban con nuestra propuesta de juntar los talleres de cada escuela al mediodía para coordinar una movilización en fecha cercana. Además, había una buena presencia de estudiantes de las facultades tomadas, a quienes ninguna burócrata podría convencer de que hacer una asamblea es un crimen de lesa humanidad. Había gente con la cual podíamos pelear en conjunto, desde abajo, desde los talleres, más allá de la izquierda organizada. Por eso nuestra política fue la de asambleas en cada escuela, hasta que no quedó más remedio que juntarnos todas en la escuela donde atacó la patota para sacarla de allí.

En los talleres de “Estrategias”, las dirigentes de la Campaña hablaban de hacer una marcha para el día en que el proyecto de legalización empezara a tratarse en el Congreso, lo que dejaba sin fecha a la marcha porque no se sabe cuándo se empieza a tratar. No poner fecha les deja margen de maniobra para no coordinar nada con ninguna otra corriente y para “avisar” de la marcha de la Campaña uno o dos días antes. Cualquier hijo de vecino sabe que así es imposible organizar una marcha nacional adonde vaya alguien que tenga que planificar sus actividades porque no vive de subsidios de la Academia española, pero eso no es lo que prefieren: quieren volver a hacer su marcha de veinte señoras con tal de que no se escuche una palabra contra el gobierno de Cristina, como hicieron el 28/9 mientras mil quinientos estudiantes se movilizaban a Plaza de Mayo por el aborto legal.

Las dirigentes de la Campaña que oficiaban de coordinadoras querían impedir hacer plenario de los talleres en la escuela, pero el momento en que se sacaron la careta totalmente fue el domingo a la tarde, luego del ataque de la patota. Propusimos que los talleres repudiaran a la Comisión Organizadora por haber entregado la escuela de Aborto a la Iglesia y sus matones. Se negaron. “No vamos e escribir eso”, decían. “¿Aunque el taller esté de acuerdo?”, replicábamos. “No lo escribimos y listo”, contestaban. ¿Y la autonomía de los talleres? ¿Y la horizontalidad? Parece que para invocar al espíritu del Encuentro vamos a tener que hacer el juego de la copa…

Barulleras & Cía., agentes de la nada

En el taller de activismo lésbico, nuestras compañeras tuvieron que debatir, increíblemente, con la idea de que el derecho al aborto no es parte de la “agenda” lésbica. El argumento de estas agrupaciones era que las lesbianas “se ponen la camiseta de las mujeres” pero el movimiento de mujeres “no se pone la de las lesbianas”. ¿Pero cómo? ¿Las lesbianas no son mujeres? ¿El derecho a decidir que se nos niega con la prohibición del aborto no es el mismo derecho a decidir con quién queremos hacer pareja? Estas compañeras dicen que no. Las lesbianas no son mujeres, habría “camisetas” separadas para cada una.

No sabemos si el matrimonio gay está o no en la agenda lésbica que siguen estas compañeras, pero el hecho es que su discurso de que las minorías sexuales se sacrifican por los derechos de las mujeres y después éstas las dejan en banda se da de cabeza con la realidad, primero porque muchísimas mujeres y hombres de todas las inclinaciones sexuales e ideas políticas nos movilizamos e hicimos nuestra la lucha por el matrimonio. Segundo, porque el matrimonio gay se logró, y el aborto legal está por conquistarse aún.

La lucha por justicia para Natalia Gaitán siempre estuvo en nuestra agenda. Que la burocracia feminista institucional no les dé bola a las lesbianas no es excusa para “vengarse” en todas las mujeres dejando fuera de agenda la legalización del aborto. Nos sorprende el sectarismo ciego de estas agrupaciones, que toman las necesidades de vida o muerte de las mujeres como si fueran insignias de uno u otro movimiento, que habría que negociar en un “toma y daca”.

Conclusiones

Las dirigentes de la Campaña han decidido esperar a que los K les otorguen (a ellas, sin izquierda, sin estudiantes, sin movimiento de mujeres) la legalización del aborto después del 2011. Han decidido que es más confiable el acuerdo por arriba con el gobierno que la situación política favorable creada por la reciente derrota de la Iglesia y las ganas con que se quedó la mayoría de la gente de propinarle otro golpe a esa banda de pedófilos que todo el mundo odia (menos el PCR). Han decidido que es mejor postergar la legalización para un futuro incierto en bien de apropiarse ellas de la legalización, si es que ocurre. Y ya sabemos: para apropiarse de una conquista, como hizo el gobierno con el matrimonio gay, lo mejor es que nadie esté en la calle, sólo estas señoras charlando con los diputados. Esto a pesar de las miles más que van a morir en el camino.

Lo peor es que no se trata de esperar a que Cristina haga su negocio con los votos progre para luego otorgar la legalización. No sabemos qué va a pasar con el clima político de aquí al 2011. ¿Quién garantiza que las cosas van a ir a favor, que el gobierno va a seguir posando de progre, que la derecha no va a retomar el terreno perdido? ¿Dónde se creen que vivimos: en la Europa del estado de bienestar? En nuestros países es un triunfo enorme haber hecho retroceder a la Iglesia como lo hicimos acá, y eso no va a ser para siempre: ninguna situación política es estable, y si no avanzamos vamos a retroceder.

Desbordemos en las calles a la burocracia feminista

En la asamblea que realizamos varias organizaciones de izquierda en Paraná participó María Inés Jiménez, dirigente de la Asociación de Judiciales de Morón, opositora a la burocracia de la CTA. La compañera dijo: “El Encuentro de Mujeres nos cambia a todas las que participamos; y este año ese cambio tiene que ser la capacidad de coordinar un plan de lucha por el aborto legal”. Las palabras de María Inés sintetizan el sentimiento de muchas compañeras que vienen asistiendo a los Encuentros y los consideran muy valiosos, y que hoy concluyen en que hay que dar un paso más y unir al movimiento de mujeres para luchar en las calles. El balance de Paraná tiene una sola conclusión: la pelea por la legalización del aborto tiene que salir de abajo, de las estudiantes, las trabajadoras, las militantes políticas y sociales sin compromisos con el gobierno ni con la oposición de derecha. Las que quieren apropiarse de sus cuerpos, no de los triunfos populares. Las que quieren controlar su maternidad, no los Encuentros de Mujeres.

Contra el pacto del gobierno y la Iglesia para impedir el derecho al aborto en la Argentina, contra el pacto de sus agentes en el movimiento de mujeres:

• ¡Todas a la marcha del 20/10 al Congreso por el aborto legal!

• ¡Todas al Congreso el día que se trate en comisiones!

• ¡Basta de muertas por abortos clandestinos ya!

Debates XXV Encuentro Nacional de Mujeres

Socialismo o Barbarie, periódico Nº 187, 15/10/10

Los debates en el encuentro

La batalla roja en Paraná

Por Inés Xadun
Agrupación Las Rojas

El ENM de Paraná era una oportunidad para que el movimiento de mujeres se pusiera de pie con un plan de lucha por el derecho al aborto, porque este año la Iglesia venía golpeada luego de la derrota que sufrieron con la aprobación del matrimonio igualitario, y este mismo hecho había instalado en la sociedad y en los medios de comunicación el debate sobre el aborto.

Solapado por arriba y más abiertamente por abajo, en boca de sus militantes, el discurso del gobierno frente a esto es: vamos a dar el aborto legal, pero después de las elecciones de 2011. Con esto quieren convencer al movimiento de mujeres de dos cosas: la primera, que no hace falta luchar, sino sólo esperar; la segunda, que hay que votar a Cristina. ¿Cuál fue la excusa para no legalizarlo en estos siete años? La Iglesia. Y esa excusa les tambalea desde que la legalización del matrimonio gay probó que la Iglesia ya no decide sobre estas cosas. Por eso estamos en inmejorables condiciones para lograr la legalización del aborto ya.

Sin embargo, para este Encuentro se puso en marcha un acuerdo reaccionario entre la Comisión Organizadora (dirigida por el PCR) y la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, que consistió en separar las escuelas donde funcionan los talleres de “Anticoncepción y Aborto” y los de “Estrategias para la legalización” (ver artículo anterior), y abrirle las puertas de par en par a la Iglesia para copar la escuela donde se debatía aborto y que la discusión se transformara en una batalla para echar nuevamente a la Iglesia del Encuentro. En Tucumán habíamos dado ya este paso y este año podríamos haber partido de esa base superior, si la Comisión Organizadora hubiera garantizado Escuela de aborto libre de Iglesia. Pero no, prefirieron que la izquierda haga el trabajo sucio de echar a la Iglesia, mientras el resto del Encuentro transcurría como si nada ocurriera.

Las Rojas fuimos con una política muy clara: intentar que en la escuela de Aborto y en la de Estrategias se hiciera un plenario de todos los talleres, sin la Iglesia, para discutir cómo avanzamos las que estamos de acuerdo en luchar por conquistar la legalización y cómo construimos una agenda común para salir a las calles a exigir que se apruebe la ley.

La pelea en los talleres

En los talleres del día sábado dimos esa batalla y muchas compañeras independientes estuvieron de acuerdo en hacerlo. Las militantes de la Iglesia impedían el verdadero debate, llevándonos a discutir (en pleno siglo XXI) aborto sí, aborto no. La indignación crecía, pero era difícil porque la mayoría de las coordinadoras de los talleres y las militantes del PCR defendían que la Iglesia estuviera presente con el argumento de que “todas somos mujeres”. A pesar de esto, de varios talleres salió la propuesta de que el domingo nos juntáramos en un plenario las que estamos a favor de pelear por el derecho al aborto (sin la Iglesia, por supuesto) para discutir entre todas qué pasos podíamos coordinar en común para volver a nuestros lugares con alguna propuesta unificada.

El domingo los ánimos estaban más caldeados: muchas compañeras que era la primera vez que iban al Encuentro habían salido muy calientes de los talleres, porque sentían que había sido estéril, que había sido como estar en una cápsula del tiempo discutiendo con la Inquisición. Pero esa mañana, hubo que hacer lo que había que hacer, lo que la Comisión Organizadora se negó a garantizar: sacar a la Iglesia cuando los patoteros intentaron entrar a la Escuela, golpeando y tirando gas pimienta a las mujeres que estaban en la puerta. ¡Las mujeres no sólo resistimos sino que las sacamos a patadas! Mientras tanto los talleres ya no podían funcionar como si nada. Las compañeras de los talleres nos empezamos a organizar y fuimos sacando a la Iglesia de cada taller y de la Escuela, una por una. Y esto a pesar de que la Comisión Organizadora y las militantes del PCR las defendían.

Una vez que sacamos a la Iglesia, se podía hacer el plenario en la escuela. Pero otro hecho impidió que se hiciera. Las compañeras del Plenario de Trabajadoras (PO) tenían programada una actividad propia por el aborto legal en una plaza para el mediodía del domingo, y priorizaron la invitación a esa actividad en lugar de sumarse con todo a tratar de sacar asambleas en las escuelas. De más está decir que la diferencia no es de lugar, si en la plaza o en la escuela. Pasa que el lugar adonde realmente podía salir una asamblea donde participaran las mujeres independientes era la escuela, ya que lo de la plaza, aunque el PO lo llamaba “asamblea” era una actividad del PO a la que luego se sumó el PTS. Las compañeras del PO tuvieron la suficiente comprensión para darse cuenta que no era contradictorio hacer un plenario en las escuelas y luego ver de unificar en la plaza, pero el PTS y su agrupación Pan y Rosas se opuso tozudamente a la posición de Las Rojas de que se hicieran plenarios en las escuelas y que las decisiones salieran de la base que participó en los talleres. Y el domingo lo impidieron abiertamente, saliendo primeras y rapidito de la escuela hacia la plaza. El PO decidió seguirlas en vez de quedarse a pelear la asamblea en la escuela con nosotras, clausurando así la posibilidad de realizarla.

Hacer una asamblea en una plaza hubiera sido muy útil si la dirección de la FUBA hubiera tenido la política de unir allí a las cientos de compañeras de la Universidad, que habían llegado con la fuerza del estudiantazo, de las tomas y asambleas de colegios y facultades, a los talleres de aborto y estrategias. Pero La Mella se negó a impulsar ningún plan de lucha en el Encuentro, y el PO priorizó su acuerdo por arriba con La Mella. Entonces, cada corriente se dedicó a hacer su propio negocio de aparato: cada una llevaba a sus contactos a sus propias actividades paralelas, en lugar de ayudar a que se tendiera un puente entre las jóvenes luchadoras del estudiantazo y las miles de mujeres de todo el país para dar la batalla por el plan de lucha. Si a la asamblea la convocaba el movimiento estudiantil con sus organismos en lugar de los partidos de izquierda, seguramente hubiera sido más fácil convocar a las demás participantes del Encuentro, en vez de hacerle el juego a la burocracia feminista en su esfuerzo por separar a su base de la izquierda.

Fuimos igual a la asamblea de la Plaza 1º de Mayo porque estamos convencidas de que toda confluencia es importante si sirve para impulsar acciones comunes para luchar por la legalización. Y a esa altura, cuando estaba clarísimo el acuerdo entre la comisión organizadora-PCR y la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto para que no saliera ningún plan de lucha unificado, era importante que en alguna instancia del Encuentro se sentara una posición: luchemos ahora, no nos comamos el verso de que en algún siglo venidero el kirchnerismo va a romper su pacto con El Vaticano y va a dar el derecho al aborto; que se vea el movimiento de mujeres en las calles, para que el aborto legal deje de ser una consigna y se transforme en realidad.

Propuestas para continuar la lucha

En esta asamblea se denunció la responsabilidad del gobierno de Cristina por las muertes por aborto clandestino, nos pronunciamos por la separación de la Iglesia y el Estado y se votaron dos propuestas muy importantes: impulsar movilizaciones en todos los centros políticos del país para el 20 de octubre para exigir la legalización. Y movilizarnos el día que se empiece a discutir en el Parlamento la ley de aborto, para que se apruebe. La Iglesia católica ya avisó: está conformando redes de militantes anti aborto, pro muerte de mujeres por aborto clandestino, y va a realizar movilizaciones contra la ley. El gobierno las va a usar de excusa para dilatar y dilatar y dilatar la cuestión. Las mujeres, jóvenes y trabajadoras tenemos que empezar a organizar la movilización del 20 y preparar en todas partes la movilización al Congreso el día que se debata la ley.

• Para que en todas partes se vea: por el derecho al aborto, libre, legal, seguro y gratuito

• 20 de octubre: todas a Congreso

• El día del debate en el parlamento: todas a Congreso

lunes, 30 de agosto de 2010

Viajá con Las Rojas y Carne Clasista al Encuentro de Mujeres!!


Las Rojas y
Carne Clasista



Vení con nosotros al

XXV Encuentro Nacional de Mujeres

en Paraná, Entre Ríos


Para contactarte: lasrojas@gmail.com






sábado, 7 de agosto de 2010



A las calles y al Encuentro Nacional de Mujeres
Por el derecho al aborto legal


Por Patricia López- Agrupación "Las Rojas"



Con el “error” del ministro de Salud, el gobierno dejó claro su acuerdo con la Iglesia en cuanto a los derechos de las mujeres, del aborto ni hablar.
En los últimos días de julio, la responsable de Salud Sexual del Ministerio de Salud, Paula Ferro, declaró que el ministro Manzur había firmado una guía para médicos y hospitales acerca de cómo actuar en casos de abortos no punibles. La guía reglamenta el artículo 86º del Código Penal, donde se establecen las excepciones a la penalización del aborto: en caso de “riesgo a la salud de la mujer” o “violación de una mujer idiota o demente”, y extiende la excepción a todos los casos de violaciones. Además, en “riesgo para la salud” incluye la salud psicológica y social. En esa resolución –1184/10– se ordena a los médicos que se encuentren con estos casos realizar en un plazo no mayor a diez días la interrupción del embarazo ante el pedido de la interesada, y aclara que los especialistas no pueden recurrir a la Justicia, bajo pena de ser “responsables penales, civiles o administrativos”. La guía, elaborada en 2007, nunca fue puesta en práctica, pero al ser elevada al rango de resolución adquiría mayor jerarquía. Sin embargo, a las pocas horas de ser publicada el ministro desmintió haber firmado ninguna resolución. “Ya lo hemos dicho, estamos en contra del aborto, incluso lo manifestó la Presidenta”, sostuvo Manzur. Y agregó que la revisión de esa guía “fue un error”.
Las cosas que la guía agrega que no figuran en el artículo de 1921, son inevitables: en 2010 es imposible no incluir en el concepto de “salud” a la salud psicológica y social. Tampoco se puede admitir hoy diferenciar la violación de una mujer “idiota o demente” de la que sufre una mujer con plenas facultades mentales. En esta diferenciación del Código Penal subyacen dos ideas trogloditas y fascistas: la primera es dudar de que una mujer no haya consentido o incitado la violación, a menos que esté mentalmente incapacitada; la segunda es aceptar la interrupción de un embarazo del que puede nacer un niño “idiota o demente” como la madre, pero si se trata de una mujer “normal”, aunque el embarazo sea fruto de una violación, basta que sea sanito…
En cuanto a responsabilizar judicialmente a los hospitales que se nieguen a realizar el aborto, no es más que dar cuenta de lo que sucede cada vez que una mujer solicita un aborto no punible: la Iglesia interviene, los médicos judicializan, los jueces alargan la causa, etc.
En suma: la famosa guía no es más que la serie de medidas elementales y primarias para que los abortos no punibles puedan realizarse efectivamente en nuestra realidad de hoy. Y eso es lo que el ministro, por orden de Cristina, se niega a firmar y considera “un error”. Así, el gobierno nos muestra una vez más su verdadera política en cuanto a derechos de las mujeres, dándole el aval al espíritu fascista del Código de 1921, y negándose, no ya a la legalización del aborto, sino incluso a poner en práctica estas mínimas y elementales excepciones, apoyando las actuales maniobras de curas y jueces para revictimizar a las mujeres comprendidas en estos casos.


Este es el momento de enfrentar al gobierno y conseguir la legalización


La Iglesia y la derecha política acaban de sufrir un duro revés con la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo. El tema desbordó largamente el debate parlamentario y se instaló en toda la población, y a medida que se sucedían las discusiones y el muestrario de argumentos horrorosos de la Iglesia y la derecha, la presión popular a favor de la ley se hizo notar, a pesar de que ni el gobierno ni la Federación LGBT convocaron a ninguna marcha ni medida para enfrentar la presión de la Iglesia, que sí movilizó y desató una fuerte campaña en las calles en contra de la ley. Con el gobierno a favor, esto alcanzó para conseguir este derecho.
Pero para conseguir el derecho al aborto, a la situación favorable abierta con el matrimonio habrá que agregarle la decisión de enfrentar al gobierno, que se ha posicionado decididamente en contra, y así como vetó la reglamentación del art. 86º va a seguir peleando con sus fuerzas parlamentarias y políticas para que no se discuta el proyecto, y en caso de discutirse se vote en contra, y en caso de votarse a favor, vetarlo. Con el gobierno en contra, no va a haber “lobby” parlamentario que alcance, como quedó demostrado con este sainete de la guía, que quedó vetada a pesar de las intenciones de los “funcionarios amigos”.
Las organizaciones que luchamos por este derecho, empezando por la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, responsable del proyecto de ley, tenemos que lanzar una campaña que termine con una movilización unificada a Plaza de Mayo o al Congreso, y comprometer en esta lucha a las organizaciones políticas, gremiales, estudiantiles y de derechos humanos. El gobierno está muy mal parado para seguir negando este derecho. Lo único que está “argumentando” para negarlo (si es que se le puede llamar argumento) es la opinión personal de la Presidenta.
Ante el escándalo de la guía, la Campaña Verde llamó a dos actos frente al Ministerio de Salud, a los que Las Rojas concurrimos en la medida en que lo permitió lo inconveniente de la hora (estaban convocadas a las 12 del mediodía). Seguramente, si se acuerda un mejor horario y se coordina previamente con todas las organizaciones, las actividades crecerán en concurrencia, y también los acuerdos para realizar el 28/9, Día Latinoamericano por el Derecho al Aborto, una marcha unificada que exija el tratamiento del proyecto de legalización y la firma inmediata de la resolución 1184/10.


No hay más excusas, el Encuentro Nacional de Mujeres tiene que lanzar un plan de lucha por el derecho al aborto legal


Este año, cuando el problema del aborto se ha puesto en la palestra nacional por esta nueva negativa explícita del gobierno, y cuando venimos de un round ganado a la Iglesia con el matrimonio, el Encuentro Nacional de Mujeres tiene que ponerse a la cabeza de la pelea por el aborto legal. Todas las que estamos por el derecho al aborto tenemos que aprovechar estos dos meses para preparar el Encuentro, a fin de armar allí talleres, plenarios o asambleas por el aborto legal –de los que obviamente quedaría excluida la Iglesia– donde se organice un plan de lucha nacional. Empecemos a reunirnos ya. Si nos ponemos de acuerdo para que el Encuentro dé un paso al frente y organice la pelea, no tenemos dudas de que este será el año del aborto legal en la Argentina.
• Abajo el acuerdo del gobierno con la Iglesia: ¡Que el Ministerio firme ya la resolución para reglamentar el art. 86º!
• Basta de dilaciones y cajoneadas: ¡Que se trate el proyecto de legalización!
• ¡Pongamos al Encuentro Nacional de Mujeres al servicio de esta lucha!
• ¡A las calles por el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito

* Libertad a Romina Tejerina!

viernes, 6 de agosto de 2010

Reportaje a Mabel Bellucci




Portada de 7 Dias del 84 / Actividad de la CHA en local del MAS en ´80
Reportaje a Mabel Bellucci
“Ideológicamente los ´90 fueron como la dictadura militar: rompieron la memoria”

Entrevistó: César Rojas
carneclasista@yahoo.com.ar


Mabel Bellucci es activista del feminismo y otros frentes sociales. Además de estar elaborando trabajos que hacen a la lucha del feminismo, en este caso está próxima a editar un libro sobre la militancia gay-lésbica de los ´80, en particular sobre la figura de Carlos Jáuregui, histórico dirigente de la CHA(Comunidad Homosexual Argentina). Quisimos conversar con ella acerca de los debates que cruzaron el feminismo, las organizaciones LGBT y la izquierda partidaria durante la pos-dictadura y el neoliberalismo, tratando de hacer un puente a los desafíos del presente.

Los derechos humanos como “gran paraguas” para la militancia de género



Contános, cómo empezaste, a partir de qué surgió la idea de hacer un libro sobre Carlos Jáuregui.
B: Fue así. Al principio del 2007, yo tenía interés en hacer un homenaje a Carlos, porque veía que Carlos estaba solamente vinculado a través de las Marchas del Orgullo y le propuse a mi amigo Martín De Grazia si quería que hagamos una mesa en el Rojas. Y él me dijo: “¿Por qué no escribimos un libro?”
Así nomás.
B: Así nomás. Y entonces fue una muy buena oportunidad en función de que yo milité con Carlos, milité con todo el grupo que actualmente es la CHA. No te digo que era amiga personal, pero sí tenía entrañables relaciones y básicamente activábamos en distintos frentes. Entonces, me pareció interesante la propuesta. Y empezamos a hacer trabajos de archivo. Básicamente fueron trabajos de archivo y ahí los documentos… uno empieza por una cosa y termina en otra. Sucedió que a mí los documentos me llevaron para un lugar y a Martín lo llevaron para el otro. En conclusión, disolvimos nuestra relación contractual, si querés, de alguna manera, porque a mí me interesó más que nada recuperar toda esa historia de activismo tan particular que tuvo Carlos y no su historia de vida. Entonces este libro no es una biografía. Es un libro básicamente que trata de reconstruir la etapa que va desde la posdictadura hasta 1996, que es el año en que muere Carlos por SIDA, cómo se fueron configurando los distintos movimientos sociales en el espacio público y que Carlos los entrelazó, los hizo dialogar, los articuló. Entonces vendría a ser como una mirada desde los movimientos a ese período tan particular que fue la configuración de una sociedad que estaba en escombros después de la dictadura militar, hasta su reinserción en las políticas neoliberales.


¿Cuáles serían para vos las características de ese período postdictadura y de la “primavera democrática” y cómo entraba ahí la causa del activismo gay de Carlos, cómo era recibido?
B: Fue un momento… Yo estuve en todo ese período, porque recuperé la militancia en el año 82. Lo hice desde el feminismo, después mi vinculación con Madres, entonces de alguna manera. Es como una doble pata, si bien trabajo los documentos, también muchos recuerdos me vienen en función de estos acontecimientos. Una etapa donde teníamos que hacernos de nuevo y con grandes secuelas que aún siguen presentes, que no creo que se puedan resolver colectivamente tan fácilmente, ¿no? Entonces, ese fue como un momento de mucho empuje, porque todos estábamos interesados en intervenir de distintas formas y a la vez las instituciones estaban muy abiertas. Entonces, ahí creo que hubo como un movimiento madre, si lo querés llamar así, que fueron los organismos de derechos humanos que era como el “gran paraguas” donde todos nos apoyábamos. Las feministas empezamos como a sacar la cabeza, armar grupos y demás, y los gays con la fundación de la CHA, que fue en el 84 inmediatamente salió la tapa de 7 Días, donde se visibilizaban Carlos y en un abrazo fuerte, una tapa que tuvo mucho impacto...


Sí, fue muy recordada.
B: Claro. Y a los 2 meses salió la solicitada en Clarín. Fue como un proceso muy acelerado. Entonces, eso era más o menos el espacio: la gran constitución de los organismos de derechos humanos, con los cuales era muy difícil dialogar, convengamos. También todavía nadie estaba preparado.


¿Y la dificultad, en qué estribaba? ¿Había prejuicios, había homofobia?
B: Había homofobia, había sexismo, decían barbaridades. Y por un lado, era la homosexualidad, como se llamaba en ese momento, y por el otro lado era que las mujeres nos teníamos que mostrar prolijas y nada de hablar de sexualidades, ¿no? Ni aborto ni nada que se le parezca. Igualmente, también era el momento de época. Esto uno también tiene que hacer justicia, porque si no… Prevalecían, como siempre, cuestiones mayores. Y en esto, es cierto, era el gran momento del destape de los desaparecidos, de los campos de concentración, del Juicio a las Juntas. Entonces, en ese gran marco, salir… Es decir, el juego era el siguiente: nosotros y nosotras nos incorporamos, para tener un gran paraguas, un paraguas también mediático, pero a la vez hacíamos cosas por nosotros mismos. Por un lado estaban los gays que hacían estas acciones y nosotras sí teníamos más cobertura. Porque ya en ese momento se había creado la Subsecretaría de la Mujer, ya estaba el primer Encuentro de Mujeres Sindicalistas, ya empezó a funcionar el Encuentro Nacional de Mujeres, los diarios como Tiempo Argentino de aquella época, ya habían abierto una separata (la revista Todo es Historia), teníamos publicaciones propias. Teníamos más andar. Y lo que sí, no había muchos diálogos entre nosotros. Las mujeres éramos las mujeres y los varones eran los varones. Por más que ya para 1986 la CHA ya empieza a participar tibiamente en los 8 de Marzo. Los 8 de Marzo eran como una gran algarabía, después fue sustituido por la Marcha del Orgullo. Entonces ahí era como que se juntaba…

De hecho, en la calle…
B: Claro, tal cual. Sí, por ejemplo, quien mantenía una no postura o una no visibilidad eran las lesbianas. Eso sí. Está solamente en ese momento ATEM 25 de Noviembre, que eran separatistas y lo siguen siendo y ellas dieron una cobertura muy fuerte a formación de camadas de lesbianas y al tema del aborto. Después estaban las mujeres de la CHA que eran un grupo muy minoritario que estaban todavía debatiendo si eran homosexuales o si eran lesbianas. Después en 1986, creo que no me equivoco, se funda Lugar de Mujer, un espacio de orientación feminista, que se llamaba así para que converjan las distintas tendencias de los feminismos, y ahí empezó como a aparecer un movimiento muy tibio de un taller de reflexión de lesbianismo y después tuvo su dinámica...aunque todavía no era un movimiento, eran como espacios, espacios de sensibilidades, de encuentros...Es muy interesante porque tanto Carlos como Ilse Fuskova, que fue la primera referente lésbica que tuvo la Argentina, ellos tenían modelos… Carlos, por un lado, por haber vivido un año en París y entonces ahí vio, por ejemplo, la convergencia de las agrupaciones gays y lesbianas con partidos políticos de izquierda. La Liga Comunista Revolucionaria que tuvo una fuerte influencia. Después él estuvo en Nueva York y vio lo que habían dado las políticas de Harvey Milk, mientras que Ilse tuvo también una influencia fuerte de Berlín. Berlín Occidental fue un centro de exploración muy importante, al igual que San Francisco y New York. Entonces, ya venían con una cabeza sobre como trabajar. Es decir, que la unidad no se va a formar por identidades, sino que se va a formar a través de coaliciones por demandas virtuales. Esto era muy claro. Después todo esto entra en discusión en los ´90 con toda la teoría Queer


Visibilidad y derechos



Por lo menos desde la experiencia de Carlos y de Ilse, que también considerás, por otro lado, ¿cómo era la recepción hacia los movimientos sociales y los partidos políticos? Vos hablás que hubo algo que fue singular en él, en su trayectoria militante, que fue capaz de entrelazar… las cosas que, de alguna manera, la dictadura había roto.
B: Claro, claro. Tal cual. Lo interesante es que Carlos siempre tuvo una visión muy clara, Carlos y el grupo, ¿no? Marcelo Ferreira, César Cigliutti, Luis Miglié, Gustavo Pecoraro, Daniel Retamar, mucha gente. Uno habla de Carlos pero es un conjunto. Es cierto que Carlos era, de todos ellos, el que tenía más condiciones de ser referente. Y evidentemente, estaba muy bien recepcionado por el mismo grupo. Él era la cabeza visible. Primero porque fue el primero que se visibilizó, éso le dio una autoridad como pocas. Muchos tenían que usar otro apellido para poder publicar…y en las marchas salían todavía con máscaras, la mayor parte de ellos. Entonces no era un tema menor que pusieras la cara en 1984.

Era un paso importantísimo, ¿no?
B: Era un paso importantísimo. Y Carlos bregaba por la visibilidad, e Ilse también. La primer política era ser visible. Como dice una feminista negra norteamericana: “El silencio no nos protege”.Su política concreta era: “Por favor, visibilizarse, después hablamos.” Entonces, es cierto que a Carlos, como a Ilse, jugarse tan de lleno y empezar a convocar a los medios, se les abría un gran espacio que se estaba articulando y tenía dos figuras. Y entonces todos los demás se referenciaban en esas dos figuras. Esto era importante para entrar en diálogo o en discusiones o lo que fuere. Entonces, Carlos tenía, por un lado, el tema de la visibilidad como su gran tema y el segundo tema era los derechos. Esto es inaugural. Mientras nosotros, desde el feminismo, teníamos otras propuestas como mucho más abarcadoras. Terminar con el patriarcado, etc,etc. Pero él tenía una cosa así muy fáctica y muy práctica.

Más reivindicativa y ustedes más programática..
B: Él lo que decía era: “Hay que tener derechos”. Y a los hechos me remito que no se equivocó. Entonces, para tener derechos había que dialogar con los partidos o había que dialogar con las instituciones. Sino, ¿cómo tenés derechos? Esto es así. Es así de simple. Y entonces, Carlos, como el antiguo MAS de los años 80, tenía figuras de gays, lesbianas, más de gays, que se concentraban en Daniel Retamar, (una figura que fue muy poco recuperada). Yo no he conseguido documentación sobre él, lamentablemente. Tal vez Gustavo Pecoraro… tendría que buscar el listado.

La CHA y el MAS (Movimiento al Socialismo) en los ´80



Sí, hubo varios compañeros.
B: Varios compañeros que ellos habían armado Alternativa Socialista por la Liberación Sexual.
¿Esto era una agrupación?
B: Era como una corriente dentro del MAS, que ellos se reunían entre ellos. Y ahí como Gustavo se había acercado a la CHA, hizo una relación muy estrecha con Carlos. Entonces Carlos, lo primero que hace es acercarse al MAS y hacen dos o tres charlas que las organiza la Juventud Socialista del MAS. Después… no aparecen testimonios. Hay una nota de la Juventud en el periódico de la Juventud Socialista del MAS, un reportaje que le hacen a Carlos, pero que yo nunca lo encontré. Me costó mucho buscar estos datos. Y además porque la mayor parte de los testimoniantes están muertos. Los protagonistas de la época porque el SIDA los barrió a todos ellos. Con excepción de Gustavo Pecoraro. Entonces ahí hacen una alianza. Gustavo y Daniel piden colaboración para que entre en el punteo del partido algo más elaborado sobre las demandas, en ese momento de las minorías sexuales, así se llamaban. Entonces ayudan Carlos y el grupo. Y bueno, y ese punteo se mantuvo en el partido.

Como una especie de puntos programáticos, algo así.
B: Claro. Puntos programáticos. Que no quede solamente en una línea, sino algo mucho más elaborado. Y después, bueno, Daniel colaboró con la CHA y empezaron un cruce de diálogos entre la CHA y el MAS.

¿Esto todo en los 80?
B: Sí. Muy al principio. Esto habrá sido del 84 al 87. Primero hasta que Carlos se va en muy malas condiciones de la CHA en el 86 y siguen ahí sosteniendo el vínculo con Daniel Retamar y con Gustavo Pecoraro.
Visto a la distancia, suena como algo bastante de avanzada. Yo recuerdo que en 2009, el PS daba como toda una novedad que uno de sus candidatos electorales fuese “abiertamente gay”... No era novedad, no eran los primeros, si estamos hablando de estas iniciativas en el 86..

B: Claro. Entonces es cierto también, digo… hay que tener como miradas más piadosas, no tan lapidarias. No era fácil para la conducción del MAS hacer un reconocimiento… Entre bambalinas se comentaba, nadie expulsaba ni hacía juicios ni nada por el estilo, había como una tolerancia de coexistencia, y la gente que conformaba este grupo, evidentemente no podían salir públicamente. Sí los debates que armaban entre la CHA y el MAS fueron publicados en los boletines de la CHA, no así en el periódico del partido. Esto te demuestra que había mayor interés por parte de los gays que por parte del partido. Nunca hubo una sola nota de lo que se hizo… Un poco lo que yo le retruqué a Zamora. ¿Por qué no le dieron un espacio? Aunque sea que escriban 5 líneas. Yo eso no lo encontré.

¿No llegaron a tener ninguna publicación propia?
B: No, no salió. Y hay cosas muy naif, si vos leés los artículos de la época, por ejemplo, Gustavo y Daniel discutían y los corrían por izquierda a la CHA. Decían: “no levantan el aborto… “ Si uno las mira en el presente, dice: “bueno, no levantan el internacionalismo obrero”… Pero todo se estaba armando, eso era lo interesante. Cuando uno revisa una determinada conquista, para que esa conquista se haya consolidado como tal, pasaron tantas cosas en el medio... No es que viene alguien y dice: “Votemos esto”. No, corrió mucho agua bajo el puente. Esto es interesante que se reconozca como tal. Intervinieron actores de distintos lugares: partidos políticos, movimientos sociales, organizaciones sindicales… entró de todo para que suceda. Incluso hasta la misma derecha puede haber estado pensando, por ejemplo, con el tema del voto femenino. Victoria (Ocampo) con su grupo también levantaba el voto… Hay que hacer historia, tener un poco de memoria y ver cómo se van madurando algunas demandas de conjunto, de conjuntos cruzados, cortados, esto, que para mí es muy valioso.

Feministas separatistas y gays identitarios



Me interesaría una cosa más en relación al trabajo de esta etapa del movimiento. ¿Cómo era la relación entre el feminismo y los LGBT?
B: En general tanto las feministas heterosexuales como las lesbianas eran separatistas. ¿Qué quiere decir esto? Que también se entiende. Es un grupo que no quiere, en su militancia, en su campo de acción, que intervengan… en ese momento era muy necesario. Pero no era suficiente. Sin embargo, en las actividades que desarrollaba la CHA iban algunas feministas sueltas de Lugar de Mujer o que aparecían en el boletín con los nombres, intervenían en las mesas en la reunión del MAS. Hay también que tener en cuenta que todos estos movimientos se armaron con el gran aporte de las exiliadas que trajeron sus experiencias de los países en donde se habían refugiado. Esto fue muy importante. El feminismo mexicano fue traído a la Argentina, el francés, el italiano. Esto dio un gran aporte y los gays también. De Bélgica, de Holanda, de Francia, y esto ayudó y enriqueció mucho. Por ejemplo, Carlos aparece acompañando a toda la lucha por la despenalización de aborto a partir de los 90. La Comisión por el Derecho al Aborto fue fundada en 1988, fue una mesa redonda que se armó en ATEM, en las jornadas de ATEM y de ahí surgió. Así que ya en los 90 se empezó a entender y discutir la despenalización del aborto. En el 94, cuando fue la reforma constitucional, Carlos intervino. No fue una demanda que atrajese mucho a los gays, y esto hay que decirlo, quizás porque en ese momento una buena camada venía de extracción católica.

Ambas luchas estaban separadas, ¿no? El problema derivado de la identidad sexual y por otro lado el feminismo
B: Tal cual. Había como una gran división. Y dentro del feminismo también. Yo siempre intervine por la despenalización del aborto. En otras cosas a mí no me vas a encontrar. Yo quería poner todas las energías ahí. Y también las lesbianas que iban haciéndose visibles adherían, pero no aportaban más con respecto al aborto. Y bueno, había tensiones... Ahora, el movimiento que más aletargado estuvo fue el lesbianismo. Y si bien ahora hay muchas agrupaciones de lesbianas muy jóvenes que son muy divertidas, que hacen acción directa, que están casi vinculadas con corrientes autonomistas y demás. Por ejemplo, retomando el escenario actual con el debate por el matrimonio igualitario, fueron muy pocas las lesbianas que salieron a dar la cara, con excepción de María Rachid, Marta Dylon y Albertina Carri, no ví muchas más en televisión. Lo mismo en los debates, muy pocas son las compañeras feministas que dieron la cara mínimamente para decir: “Acá estamos, ¿no?”

Fue más predominantemente gays, ¿no?
B: Sí. Lo que sí hubo bastante corrección política por parte de los medios. Porque al principio empezaron hablando del matrimonio gay y después ya se fueron emprolijando…

Del mismo sexo, igualitario…
B: Derechos universales, eso sí. Eso creo que fue un gran trabajo que hicieron los gays y lesbianas con los periodistas, con los parlamentarios, de acercarles material, de hacerle orejas.


Unir lo que la dictadura y neoliberalismo desgarraron



El libro está próximo a salir, ya está en la editorial, ¿no?
B: Sí.
Si vos, ahora que lo estás viendo de conjunto, pudieras sintetizar la trayectoria de ese momento, y en particular la tarea que llevó adelante Carlos, ¿cuál fue el legado por decirlo así? Porque vos fuiste también protagonista de muchas cosas, pero en algún momento dijiste: “esto es importante rescatarlo. Acá hay algo valioso y singular porque puede servir para otros…”
B: El objetivo, no sé si lo voy a obtener, es que sea una caja de herramientas para los movimientos sociales. Porque yo creo que los años 90 fueron como la dictadura militar: rompieron con la memoria. Entonces, hay un montón de nuevas agrupaciones que surgieron a partir del 2000, con más fuerza en el 2001, que desconocen por completo qué es lo que pasó antes. Hay un antes y un después y ni se preocupan y parece ser que todo empezó de cero. Y después de semejante guerra política, ideológica y económica, como fueron el conservadurismo neoliberal, es algo lógico.
Primero ese es mi objetivo: un objetivo más pedagógico. Y segundo: decir, acá hubo una modalidad de activismo que mucho se puede recuperar y otro quizás ya no. Porque no se puede transplantar en escenarios históricos tan diferentes. Pero sí el de las coaliciones a mí me parece fundamental. Para mí las coaliciones son fundamentales que converjan en una demanda puntual. Yo no he renunciado a mis principios socialistas, libertarios, ni nada por el estilo. Pero sé que podemos hacer diferentes caminos y que cada uno arme su fiestita, si querés llamarlo así, por ejemplo hay muchos compañeros y compañeras que apuestan a la lucha sindical, otros a la partidaria, otros a la acción directa. Todo eso suma. Me parece que acá hay una visión muy corta. Porque cuando de repente aparece una demanda de envergadura y que tiene que impugnar y armar fisuras contra la hegemonía del poder, en todo eso convergemos. Yo estuve todos estos tiempos en la plaza y demás y había de todo. Entonces, esto es lo interesante. Bajar un poco este clima de hostilidad entre pares. Yo quizás no estoy de acuerdo con vos, pero no te impugno. Quizás esto pueda resultar muy gandhiano, lo que quieras, pero me parece que tiene que haber como un aprendizaje de tolerancia por nuestras partes, pero no esa tolerancia burguesa. Decir: “sos un diferente, te respeto”. No. Saber que en determinada circunstancia vos me vas a necesitar y yo te voy a necesitar a vos. Yo no milito en ningún partido político en este momento. Pero eso no descarta que yo sé que frente a determinada situación de adversidad colectiva, personal, recurra a los partidos. No cabe ninguna duda. Ni se me cruza por la cabeza decir que no. Entonces, como los partidos van a necesitar –necesitar en el sentido político, no utilitario– esto yo creo que tiene que haber como algún tipo de diálogo más fluido. Respeto de cada uno de sus territorios y que la convergencia se va a dar porque el contexto histórico y la lectura y de ese contexto histórico te lleva a la convergencia.
Y esto más o menos era lo que Carlos exponía. Y además tenía una cosa muy interesante que era un tipo muy personal, porque vos ibas con Carlos y era como ir caminando con Gardel, toda la gente lo paraba, lo saludaba. La gente estaba más allá de pensar que era un gay. Esto era muy interesante, lo que lograba Carlos. Ahora esto resulta muy fácil, pero en aquel momento, no. Pero a la vez tenía una dinámica grupal que era del silencio y de escucha. El tenía una memoria infernal de escucha. El escuchaba todo, absolutamente todo. Y él lo que hacía era abrir un espacio y meter a todos. Después que se vaya decantando por sí mismo. Pero él no dejaba a nadie afuera del compromiso. Esto es muy interesante. Y lo hizo con muchas experiencias.


Se ve claramente por lo que contás, que él tenía claro dónde quería ir.
B: Claro. El quería lograr todo esto. Además, Carlos no se colgaba ni con discusiones… entre pares, él estaba más allá. Porque él tenía como un objetivo y además como sabía que se iba a morir, eso nunca lo dijo, siempre se lo reservó para sí, entonces él iba más allá. Por ejemplo, la primer Marcha del Orgullo fue bendecida por el pastor Alberto González de la Iglesia Metropolitana que alojaba lesbianas .Había otro fermento de grupos de lesbianas e iban muchas travestis a pedir consulta. Y las feministas, las lesbofeministas se brotaron. Y Carlos dijo: “pero si el pastor no es Quarracino, si él quiere bendecir, bueno, los que no quieren no vayan, vengan después, pero acá hay lugar para todos”. Claro, todo el movimiento recién se estaba armando, entonces era muy necesario flexibilizar, dialogar y había figuras muy fuertes, que no sé si en la actualidad hay, como en ese momento.


Hablás de que no hay dirigentes o personalidades…
Respecto de lo anterior quizá lo que pasa es que no hay tradición de unidad o articulación, alrededor de hacer frente común por un punto. Eso no quiere decir que persigas el mismo fin último. Porque algunos quieren la revolución, otros no. Pero se puede dar alrededor de una demanda puntual.
B: Claro, una demanda puntual. Fijáte cómo fue lo de Brukman, que estábamos todos y ahí nadie decía: “yo voy a hacer la revolución”. Hubo también como muchos delirios, pero fue esto, fue articulación.


Te agradecemos este tiempo. Estamos esperando ansiosos el libro para poder acompañarlo y también presentarlo. Y bueno, esperamos que tengas muy buena recepción no sólo por la importancia del testimonio en sí, valioso en sí mismo, sino para no pensar (muy tontamente)que las cosas empezaron con uno, sino que uno está justamente porque estuvieron todos los compañeros, todas esas agrupaciones, todo esa lucha anterior que hace que hoy por ejemplo, exista el matrimonio igualitario (con todas las contradicciones que esto significa también). Otro aspecto que vos resaltaste muy bien, como cuestión pedagógica es que la historia también puede servir como fuente de aprendizaje. Conocer lo que han hecho otros, aunque no lo puedas trasladar mecánicamente al presente, hay enseñanzas ahí que pueden ser muy buenas herramientas para la lucha de hoy.
B: Nosotros tuvimos esta oportunidad, que la generación del 60 le enseñó al 70. Y acá los 80 quedaron como aislados entre la dictadura y el neoliberalismo. Entonces, no hubo mucho aporte.


Claro, no hubo transmisión…
Y después se generaron como castas, como cosas fijas, y al no haber dinámica, no hubo transmisión. Antes sí, hubo genealogía. Entonces sí.
Creo que los aprendizajes tienen que ser mutuos, sin ser con esto populista. El otro día, por ejemplo fui a La Plata a un intercambio con un grupo de chicas lesbianas y me divertí muchísimo. Pero las chicas no sabían siquiera sobre Ilse y las luchas del pasado...Yo apuesto a esta cosa de ir y venir, básicamente para no quedar abroquelado. Ni ellas que solamente todo es la acción directa, ni yo pensando que con las grandes figuras..Tiene que ser un ida y vuelta permanente.


Muchas gracias, Mabel.
B: Gracias a ustedes.

lunes, 26 de julio de 2010




Después de la ley de matrimonio igualitario, un debate con el “progresismo”:
¿“Batalla cultural”, conciliación y parlamentarismo...o luchar en las calles para ir por más?


Por César Rojas - Carne ClasistaContra la opresión sexual y social.


La conquista del derecho al matrimonio igualitario y la aplastante victoria sobre la Iglesia y la derecha reaccionaria no debe hacernos perder de vista los debates respecto de cómo luchar y las evidentes debilidades que la pelea por este derecho democrático tuvo. Para la Iglesia ésta fue una derrota política en toda la línea. Por un lado, porque ni una sola de las múltiples tácticas que intentaron les dio resultado: aprietes y extorsiones a senadores, petitorios, campañas de afiches, marchas donde movilizaron todo el poder de su aparato, sus influencias y el poder económico con los subsidios que les da el Estado. Por otro lado, no pudieron imponer ninguna restricción ni recortes a la ley: ni frenar el derecho a la adopción de las familias homoparentales mediante la “unión civil” que quisieron meter a último momento por la ventana, ni siquiera consiguieron la “objeción de conciencia” para los funcionarios que como en todo Estado laico tienen la obligación de casar a todos/as quienes lo deseen.

Seducción a los parlamentarios o movilización en las calles
Hay que decir que se llegó al momento del debate en Senadores con una muy apretada e incierta sensación hasta muy entrada la sesión. Esto se debió centralmente a la lógica de lobby parlamentario adoptada por la Federación LGBT que en lo político (aunque lo nieguen) responden al oficialismo. La Federación se dio la política de seducción de los parlamentarios uno a uno y jamás llamó a movilizar, sembrando desde el comienzo la confianza en el Congreso y en la no confrontación con la Iglesia (que no hizo sino movilizar y confrontar violentamente todo el tiempo con cuanto recurso tuvo a mano), como única vía para conquistar el matrimonio igualitario. Al tal punto, que por ejemplo durante la concentración frente al Congreso, los militantes de la Federación llegaron a pedir a los independientes y a la izquierda “que no cantáramos contra la Iglesia porque eso podía influir negativamente sobre el ánimo de los senadores” y llegaron a hacer de cordón de seguridad de un grupo religioso fundamentalista que se había apostado provocadoramente en las puertas del Congreso rezando por la familia “como Dios manda: varón y mujer”. De más está decir que no sólo los repudiamos, sino que los obligamos a retirarse de la Plaza con sus vírgenes y rezos en latín (!!) a otro lado.
Para nosotros esta estrategia de seducción a los parlamentarios es la que puso en riesgo de conseguir este triunfo, que es un triunfo de la lucha de las organizaciones del movimiento y la movilización popular.

La Federación y los K
Esta política de la Federación estuvo a tono con el perfil bajo del kirchnerismo que dio “libertad de conciencia” a su bloque para que votara, y no movilizó ni apareció como fuerza política en las marchas que se hicieron. A esto hay que sumarle al escándalo de que Cristina K recién se pronunciara explícitamente a favor del matrimonio igualitario sólo un día antes de la votación en Senadores estando a miles de kilómetros de distancia durante su gira diplomática en China, compelida seguramente por la masiva movilización que las reaccionarias iglesias hicieron frente al mismo Congreso. Llamar a esto “progresismo” es bastante pobre y poco jugado, tan poco jugado como los golpes desesperados de teléfono del propio Kirchner el día mismo de la votación intentando inclinar algunos votos indecisos o “no positivos” a favor de la ley. Pero lo que realmente pinta de cuerpo entero a los K, es que no hayan querido movilizar, “ni hacer olas” por ningún motivo, no vaya a ser cosa que el pueblo se “avive” y descubra que a través de la lucha en las calles se puedan conseguir cosas... y después se le ocurra venir por el derecho al aborto, por el salario, o el 82% móvil, o vaya a saber qué otra cosa más. Como todo gobierno burgués patronal el miedo a las masas movilizadas, y a que las masas puedan venírsele en su contra, es constitutivo. Ante esto es mejor tenerlas encuadradas por el miedo, las burocracias sindicales o por la creencia de que con el parlamento burgués se resuelven todos los problemas de la sociedad.
En ese sentido este gobierno ha sido campeón en adelantarse de algún modo tomando banderas históricas de los movimientos sociales o los organismos de derechos humanos, presentándose como abanderado de esas luchas para quedarse luego con sus réditos políticos, aunque jamás fuese hasta el fondo de esa pelea. Tanto es así que en estos días cuando se haga la ceremonia en que la Presidenta dará curso a la modificación establecida por la reforma de la ley de matrimonio igualitario, ya anunciaron que estarán presentes las organizaciones del movimiento con la Federación LGBT y la CHA a la cabeza, para “agradecerle que se haya puesto al frente de esta lucha” (!!), como si la conquista fuese obra de este gobierno o de la Presidenta que fijó posición el último día, y no un triunfo de la lucha de las organizaciones del movimiento y la movilización popular.

Movilización independiente y alianzas estratégicas
Desde que nacimos a la vida política como Carne Clasista, hemos insistido en este punto respecto de los métodos de lucha y de la independencia política del Estado y el gobierno. Así lo hicimos en cada Marcha del Orgullo en el Bloque de los independientes y la izquierda; así lo hicimos con nuestros volantes en el momento mismo de la creación “por arriba” de la Federación al amparo del Estado y el INADI, donde debatimos fraternalmente con los compañeros denunciando la trampa y la cooptación del gobierno y el error de entregar la independencia política; las mismas discusiones llevamos en nuestro primer debate público con la Federación y la CHA sobre la unión civil en el 2006. Este recorrido transitado junto con Las Rojas nos da derecho a seguir planteando las discusiones abiertamente, sin sectarismos pero también sin hacerle “seguidismo” a la Federación y al gobierno, ya que con nuestras humildes fuerzas militantes hemos sostenido una política consecuente sobre la problemática, y no como otras organizaciones que aparecieron de repente y oportunistamente como “las abanderadas de la lucha democrática por las minorías” cuando jamás tuvieron ninguna elaboración, ni organización específica alrededor del tema.
Estas discusiones de métodos y de ubicación política no son diferencias “teoréticas” sino que tiene consecuencias muy profundas, ya que hace a la comprensión de quién lleva adelante esa pelea, quiénes son o pueden ser sus aliados estratégicos (para nosotros la clase trabajadora y el movimiento de mujeres) y bajo qué métodos se lucha (1). Estas definiciones son muy importantes ya que como lo hemos dicho hasta el cansancio, en el capitalismo toda conquista está amenazada y así como el Estado puede verse obligado a conceder algún derecho, también en un momento de reacción nos lo puede quitar. Tal el caso actual de lo que ha sucedido con el matrimonio gay en el Estado de California donde por un breve lapso, existió el derecho al matrimonio y luego fue prohibido nuevamente, con lo cual las parejas ya casadas se encuentran hoy día en un limbo jurídico y en pleno litigio. Por esto la apelación a un movimiento de lucha en las calles, es el único reaseguro para que se defiendan esas conquistas en caso de una situación reaccionaria y en todo caso, habrá quienes sigan organizados para ir por más y uniéndose junto a otros explotados y oprimidos, ir por todo. Apoyándonos en este triunfo, queda planteado ir por el conjunto de reivindicaciones del movimiento: la derogación de los códigos represivos, la ley de identidad para las personas trans, la conquista de trabajo genuino para trans y travestis en situación de prostitución, la educación sexual laica, científica y feminista que incluya la diversidad sexual y fundamentalmente el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito.

Notas:
1- A propósito, salvo organizaciones de mujeres de izquierda y alguna otra excepción, resultó vergonzosa la ausencia de las feministas enroladas en la “Campaña verde” por el Derecho al aborto en las movilizaciones por el matrimonio igualitario…