¿Qué es Carne Clasista?

Carne Clasista es una agrupación de minorías sexuales (gays, lesbianas, travestís, bisexuales, etc) que lucha contra la opresión sexual y de género y la opresión social, de clase. Situada desde una corriente del marxismo revolucionario, la lucha de Carne Clasista no se plantea alrededor de la “política de identidad” (limitada sólo a las reivindicaciones puntuales de las minorías sexuales), sino que concibe el fin de toda opresión sexual como inseparable del fin de la explotación de clase y liberación de la humanidad.


domingo, 11 de noviembre de 2007

Marcha del Orgullo 2007

frente al fracaso de la política “progre”
Tomemos la lucha en nuestras manos

Como en cada Marcha del Orgullo, nos encontramos en las calles para celebrar nuestra lucha y pelear por la conquista de nuestros derechos y reivindicaciones junto al movimiento de mujeres, organizaciones sociales y políticas. La actual coyuntura política está marcada por la elección de Cristina Kirchner. Desde la presidencia, la candidata de los empresarios busca con su Pacto Social, junto con la burocracia de la CGT y la CTA, terminar con las experiencias de lucha en curso y las que se vienen desarrollando desde hace años, como las de las docentes de la Provincia de Buenos Aires, los y las trabajadoras de la salud de la Capital Federal, los obreros de FATE, los y las trabajadoras del Subte, entre otras. En pocas palabras, busca terminar de raíz con cualquier cuestionamiento a este orden patronal y patriarcal para hacer de la Argentina un paraíso de las superganancias capitalistas y un cementerio para el pueblo trabajador. Pero el gobierno de los Kirchner ha intentado cuidar bien las apariencias. Ha desplegado una serie de iniciativas, especialmente en el campo de los Derechos Humanos, para presentarse como “progresista”. Necesita hacerlo para encubrir su responsabilidad política en la represión de los y las trabajadoras (como en el fusilamiento del docente Carlos Fuentealba) y la desaparición de Julio López. Nuestra “comunidad” no está ajena a nada de esto. Sufrimos como trabajadoras/os ocupadas/os y desocupadas/os y estudiantes, los bajos salarios, la falta de trabajo, la precarización laboral y el ajuste a la salud y a la educación. También por ser minorías sexuales la represión y hostigamiento por parte de la policía, así como la opresión cotidiana en todos los ámbitos. Y ya hace un año que las conocemos de primera mano las iniciativas de “derechos humanos” y cooptación K. Ya hace un año convivimos con la nueva conducción del Instituto Nacional contra la Xenofobia y la Discriminación (INADI), bajo la batuta de la conversa kirchnerista María José Lubertino. Y ha sido un año provechoso: se han hecho decenas de charlas académicas, proyectos y presentaciones. Incluso se creó un 0-800 anti-discriminación donde las denuncias caen en saco roto. Además, este trabajo político del kirchnerismo apadrina a la ya no tan flamante Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Trans y Bisexuales (compuesta por La Fulana, ATTTA y Vox). Conjuntamente con el INADI, han impulsado las visitas de ilustres personajes internacionales como Pedro Zerolo y Beatriz Gimeno, de la Federación Estatal LGTB española. Ha sido bajo auspicio de esta repartición de minorías sexuales del “bien progre” del primer ministro español Zapatero que han lanzando la campaña por el matrimonio civil. Por su parte, solitaria, la CHA sigue haciendo lobby por su proyecto de unión civil a nivel nacional. En un año vimos la cooptación de grupos y militantes por parte del gobierno para su programa de derechos humanos y también vimos como tanta cosa anunciada con bombo y platillo quedaba en nada. La Federación y el INADI no han acertado a dar respuesta concreta a los problemas concretos que afrentamos. En el caso del avance de la derecha contra las travestis en el Rosedal sólo propusieron reuniones de negociación con el saliente Telerman, en vez de plantearle al mismo y al próximo Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, la necesidad de crear puestos de trabajo genuino que les permita a las compañeras salir del estado de prostitución. “Lograron” salir del Rosedal para irse al Planetario. Mientras, la policía reprime bajo el resguardo de los Códigos de Falta y de Convivencia, y más allá de los proyectos de ley e inciertos compromisos a futuro, sólo en Mendoza se logró avanzar en el desmantelamiento de esos instrumentos y prácticas represivas. Los proyectos de ley para “igualar los derechos” son más propaganda electoral “progre” que lucha propia de las minorías sexuales para terminar con la opresión sexual. No es que las organizaciones tradicionales como las que integran la Federación y la CHA hayan escatimado esfuerzos, o se hayan dormido en los laureles pensando con que “las minorías sexuales ya llegamos”. El problema es que su principal sostén es a la vez su propia ancla: la apuesta que hacen a la política de derechos humanos de los Kirchner. Su fuerza política son sólo los contactos con los partidos y políticos progesistas, como Vilma Ibarra y Lubertino, algunos sectores del aparato del PJ, del ARI y el PS. Y no les queda otra que apoyarse en estos porque hace años que dejaron de lado cualquier perspectiva de construcción, actividad política en y hacia la “comunidad” lgtbi. Sólo reparten preservativos y generan espacios, clubes donde la gente pueda conocerse. Esto no es “aprovechar el momento”, “tener cintura”. Es engañarse y engañar de manera grosera. El gobierno de los Kirchner ha demostrado ser profundamente patriarcal, refractario de la lucha de las minorías sexuales y especial enemigo de la lucha de las mujeres. Cristina con su Pacto Social no sólo pretende congelar los salarios y asegurar las ganancias de los patrones, sino acabar con las luchas obreras y populares, dentro de las cuales se encuentra la lucha de las mujeres por el derecho al aborto y la libertad de Romina Tejerina, que acaba de cobrar nuevas fuerzas con el plan de lucha nacional por el derecho al aborto, votado en asamblea en el Encuentro Nacional de Mujeres. Si los Kirchner logran imponer la derrota del Pacto Social, sólo por mera concesión de “Su graciosa Majestad” las minorías sexuales podrán casarse, con el fin de tapar, darle una “pátina rosa” a las muertes por aborto clandestino, la represión a las minorías y el estado de prostitución que viven las compañeras travestis. Van a usar nuestros reclamos, nuestras necesidades para cubrirse de “derechos humanos”. Por todo esto es necesario que las agrupaciones y activistas independientes que no creen en las ilusiones del gobierno y las organizaciones que lamentablemente lo acompañan, nos juntemos para luchar contra los problemas que nos siguen afectando a las minorías sexuales. Tenemos que saber y hacer explícita que ésta es una pelea política para refundar al movimiento de lucha de la comunidad lgtbi en el marco de la pelea por un mundo sin explotados ni oprimidos, una confrontación contra la Iglesia, el Gobierno y todos sus seguidores. Hoy salimos a las calles, levantando bien en alto las banderas de nuestro movimiento, a festejar la lucha contra la opresión sexual y social, con el orgullo de estar peleando por una revolución que libere al mundo de toda explotación y opresión.

> ¡No al Pacto Social!
> ¡Aparicion con vida ya de Julio Lopez! ¡Castigo a los responsables materiales y politicos del fusilamiento de Carlos Fuentealba!
> ¡Sigamos el plan de lucha por el Derecho al Aborto Libre, Legal, Seguro y Gratuito! ¡Libertad inmediata a Romina Tejerina!
>¡Disolucion del aparato represivo! ¡derogacion de los Codigos de Convivencia y de Faltas!
>¡Basta de discriminacion! ¡Igualdad de derechos para las minorias sexuales!
> Por un movimiento de minorias combativo, anticapitalista e independiente del Estado y los partidos politicos patronales.

CARNE CLASISTA, encontra de la opresión sexual y social.

Las rojas.